La idea de rasurarse surgió cuando Alejandro Magno ordenó a sus soldados que se rasuraran las barbas para que los soldados del ejército enemigo no pudieran agarrarlos de ellas en un combate.

La idea de rasurarse surgió cuando Alejandro Magno ordenó a sus soldados que se rasuraran las barbas para que los soldados del ejército enemigo no pudieran agarrarlos de ellas en un combate.